lunes, 3 de diciembre de 2012

PSICOTERAPIA EN TIEMPOS DE POSMODERNIDAD


La familia es uno de los primeros contextos sociales del desarrollo humano. Sin embargo, ha tenido escasa presencia en los currículos universitarios tradicionales. Hoy la terapia familiar se encuentra ante el desafío de cumplir la expectativa social de ser un lugar de referencia en un contexto descreído de las creencias de validez general.


Los patrones de conducta que definen rituales de unión, reproducción y crianza, compartidos de algún modo en un marco de derechos y prohibiciones sexuales, legales, económicas y en un régimen de lealtades afectivas sustentadas en el amor, el temor y un código de respetos mutuos legitimadas por la tradición y las costumbres, han registrado transformaciones, en general relacionadas con el modo de producción y el trabajo. Pero aun así persisten y constituyen invariantes que permiten pensar a la familia como un universal.

 

Familia y Psicología

El origen de la inquietud por lo psicológico se pierde en los tiempos remotos, en la mitología, la filosofía y la religión. Aquellos orígenes estaban signados por la preocupación en las relaciones del hombre con los dioses y luego en nuestro mundo y con Dios.

La familia en el mundo académico

La sorpresa no es menor cuando nos acercamos al mundo académico; allí resulta que la familia, uno de los primeros contextos sociales del desarrollo humano y de los principales predictores del ajuste psicosocial de la persona, ha tenido tradicionalmente escasa o casi nula presencia en los currículos universitarios.

 

Aunque las actuales aplicaciones profesionales de la psicología se han extendido y abarcado disciplinas e instituciones como la comunidad, la escuela, las migraciones, el derecho de familia y la minoridad o problemas como las adicciones, la violencia familiar y de género, la inclusión social de jóvenes, etc., la familia permanece excluida o apenas nombrada como un ítem en los programas de Psicología del Desarrollo o Psicología Clínica.

 

La familia como agente terapéutico

Con dificultad para trabajar con las familias usando los conceptos provenientes de una psicología de conductas individuales y de subjetividades “intracraneales”, los noveles “terapeutas familiares” eligieron para acercarse al “nuevo” objeto de estudio las novedosas ideas científicas que cuestionaban los enfoques tradicionales de la ciencia positiva vigente. Introdujeron en el estudio de las personas y sus familias los conceptos de la Teoría General de los Sistemas, la Cibernética, la Teoría de la Información, la Nueva Lingüística y reconstruyeron la Teoría de la Comunicación, tendiendo un puente entre esas nuevas ideas y las cuestiones psicosociales y convirtiendo la familia en un laboratorio de investigación psicológica y psicoterapéutica

La familia empezaba a ser descripta como una mente compleja, un sistema constituido por patrones comunicacionales observables, recursivos y relativamente estables. Un sistema que mediatizaba las relaciones entre el ser humano, sus pensamientos y creencias y el entorno de la vida social más amplia, un sistema que se desarrollaba en un ciclo vital familiar que entrelazaba lo biológico con lo social, constituyendo la individualidad psíquica del ciclo vital personal a lo largo de toda la vida. Un sistema que, en continua adaptación a su entorno, muchas veces generaba dificultades funcionales cuyo resultado eran malestares significativos (o patologías) instalados en alguno o algunos de sus miembros.

 

El impacto de la postmodernidad

La idea de una etapa histórica concreta llamada posmodernidad está tan difundida como discutida. De todos modos, el concepto hizo lugar a la idea de que desde la posguerra mundial se desarrolló y predomina hoy cierta cultura que desacraliza las grandes creencias y teorías, incluidas aquellas que caen en la denominación de religiones y ciencia. Se cuestiona la búsqueda heredada de la Ilustración de una verdad y predomina un relativismo amparado en el descreimiento, la ambigüedad y cierto desencanto por la ideas de razón, legitimidad, estabilidad, progreso o libertad que hasta entonces guiaban las instituciones.

Entre los pocos años que transcurrieron desde la posguerra a la actualidad, se asistió también a varios fenómenos como la modernización tecnológica, la proliferación de los medios de comunicación de masas y las tele presencias, la urbanización acelerada y los procesos migratorios masivos y veloces. Cuánto y cómo afecta esto la conducta humana es un tema de conversación cotidiano en gran parte del planeta.

Cuánto y cómo esto afectó la vida de la familia tiene su reflejo en las interacciones familiares de cada día. La rutina de la familia rural de hace cien años recibió el impacto de las migraciones a las grandes urbes, de la duplicación de la esperanza de vida, del control de la fecundidad natural y el desarrollo de la fecundidad asistida en sus múltiples variantes que incluyen hoy una potencial clonación de seres humanos, del fin del amor religioso y romántico como amor para toda la vida, de la legitimación del matrimonio homosexual, del surgimiento de las familias mono parentales, homo parentales, ensambladas, etc.

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