Centrarnos en el Aquí y Ahora de nuestras vidas supone darnos cuenta de lo que sentimos y lo que necesitamos. El presente es lo único que tenemos, y sólo ahí podemos actuar: el pasado ya no existe y solo es una fantasía de algo vivido, y en cuanto el futuro, éste es incierto y aún no existe. Nuestras imaginaciones sobre “lo que podría haber pasado” o “podría pasar” nos alejan de la verdadera experiencia del presente y hacen que nos perdamos entre la angustia y el miedo.
Nuestra sociedad occidental no nos ha educado para ser conscientes de lo que sentimos y necesitamos en el momento presente, sino que nos anima a ser productivos, racionales y predecibles. De esta forma, vamos creciendo repitiendo los mismos patrones de conducta que hemos aprendido, intentando mantener la tranquilidad y seguridad de nuestras vidas. Sin embargo, resulta que no todo lo que hemos aprendido nos sirve en el Aquí y Ahora, sino que a menudo nuestro cuerpo y nuestra mente entran en conflicto entre lo que “hemos hecho siempre y creemos que deberíamos hacer” y lo que “necesitamos hacer ahora”. De esta forma, nos agarramos a antiguas creencias como “no debo enfadarme”, “tengo que parecer fuerte” y se crea un bloqueo que nos impide vivir las experiencias de la vida de forma abierta y fluida. La Terapia Gestalt defiende la sabiduría de nuestro organismo que sabe en cada momento lo que necesita en función de la situación. Nuestro miedo a ser cambiantes y creativos nos impide desarrollar todo nuestro potencial, y adaptarnos a los cambios de la vida sin rigidez.
Muchas personas suelen confundir control con
seguridad, y se equivocan. Mantener el control supone un alto grado de energía
y ansiedad, mientras que confiar en nuestros propios recursos y capacidades
para saber actuar ante los cambios constantes de la vida nos da seguridad en
nosotros mismos. Pero, además, darnos cuenta de nuestras necesidades en cada
momento es la única forma de crecer y madurar sin estancarnos en las fantasías
y expectativas de los demás, sino en lo que realmente queremos en nuestra vida.
Como he comentado, no hemos sido educados
para entrar en contacto con lo que necesitamos. El primer paso para aprender a
vivir el Aquí y Ahora es entrar en contacto con nuestros sentidos, es decir,
fijarnos en lo que vemos, oímos, sentimos, y así poco a poco notaremos que nos
hacemos conscientes de nuestras necesidades de amor, de seguridad, de expresar
rabia, tristeza, etc. Entonces seremos capaces de tomar de la vida lo que nos
pida nuestro interior y nos haremos dueños y responsables de nuestra propia
existencia. La Terapia Gestalt da mucha importancia a esa idea de responsabilizarnos
de nuestras propias acciones: una vez aprendamos a escucharnos y a decidir por
nosotros mismos, ya no culparemos a los demás por colocarnos sus cargas, ya que
será decisión nuestra aceptarlas o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario